El maquetismo es otro de esos grandes hobbies que tengo, por si ya tenía pocos. Todo empezó con aquellas maquetas de plástico de Revell, principalmente de StarWars y submarinos. El Halcón Milenario y un U-VIIc fueron de las primeras en caer. Sin embargo pronto me di cuenta que esto de pintar no era lo mío y la mayor parte de las maquetas quedaban en color gris del plàstico.
Después me pasé al WarHammer, que reunía maquetismo con juego de estrategia. Tuve la gran idea de coleccionar no-muertos, con lo que medio ejército eran esqueletos pintados a base de imprimación + pincel seco. Con todo, mi técnica de pintura no mejoró en absoluto.
Entonces, al ver las decenas de proyectos empezados y sin acabar (entre maquetas, programas, etc..) me propuse hacer un ejercicio de constancia y utilizar el maquetismo para efectuarlo. Por aquel entonces estaba enrolado en la flotilla 24 con el Silent Hunter II y empecé la maqueta del U-XXI (una excelente maqueta por cierto). Gracias a las épocas de exámenes, que incomprensiblemente me entraban unas ganas de hacer la maqueta impresionantes, la acabé en poco tiempo.
Después me pasé al WarHammer, que reunía maquetismo con juego de estrategia. Tuve la gran idea de coleccionar no-muertos, con lo que medio ejército eran esqueletos pintados a base de imprimación + pincel seco. Con todo, mi técnica de pintura no mejoró en absoluto.
Entonces, al ver las decenas de proyectos empezados y sin acabar (entre maquetas, programas, etc..) me propuse hacer un ejercicio de constancia y utilizar el maquetismo para efectuarlo. Por aquel entonces estaba enrolado en la flotilla 24 con el Silent Hunter II y empecé la maqueta del U-XXI (una excelente maqueta por cierto). Gracias a las épocas de exámenes, que incomprensiblemente me entraban unas ganas de hacer la maqueta impresionantes, la acabé en poco tiempo.
Ará un par de años, apareció por el quiosco un coleccionadle sobre el San Felipe, un impresionante barco de línea. Como nunca lo había probado, me lancé en la empresa de construirlo. Por desgracia, su coste era muy elevado y los gastos de casa subieron, con lo que tuve que dejarlo a medio construir. Sin embargo descubrí que el trabajo con la madera me gustaba (y me había desecho de tener que pintar!) así que me quedó aquella espinilla clavada. Esa espina quedó clavada, pero los precios de las maquetas de madera son desorbitados… por tanto la espina queda allí.
Gracias a Dios, tengo una mujer que no me la merezco y por mi cumpleaños (hoy) me ha regalado una espléndida maqueta del buque San Francisco II! Todo un lujo carísimo, que aun siendo regalo me produce remordimientos de consciencia.
El montaje promete ser lento y arduo, y mas teniendo en cuenta que no he hecho nunca una maqueta de madera completa y no tengo ni pajolera idea de la mitad de pasos. La caja contiene todo el material necesario para el montaje (maderas, planos y piezas) y las herramientas las tengo del San Felipe.
Pero como ganas no faltan y ahora no puedo dejarlo en la caja, ya he empezado a montarlo. A más, tengo un montón de trabajo (preparar clases, las prácticas de la UOC…) así que será una excelente via de escape para despejar la mente.
Los primeros pasos son sencillos, montar la estructura del casco. Aquí ya noto diferencias con el San Felipe del coleccionable. Las piezas bailan un poco más y tienen mas juego (cosa que es peor) y mientas en el coleccinable siempre se encolaba pieza a pieza, aquí te indican colocar-las todas (mamparas y cubiertas) y después encolar algunas y clavar otras.
Para los que lean este blog por las reseñas informáticas, vale más que tomen paciencia porque mi intención es ir describiendo el proceso de montaje, con imágenes. Utilizando estas entradas como “bitácora del proyecto”.
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